Sin rumores construimos cultura de paz, constituye en sí mismo, una oportunidad para poner en circulación el tema de los estereotipos, prejuicios y construcción social de rumores, así como la disposición a incidir en aquellos aspectos ideológicos, culturales y políticos que justifican la exclusión, la discriminación y la violencia.
El proyecto toma vida entre entidades, organizaciones sociales y colectivas, administración pública deMedellín y ayuntamiento de Barcelona, implicadas en un proceso compartido de acciones por la construcción de una cultura de paz y proceso de paz en Colombia, articuladas ahora a partir del intercambio y la apuesta creativa del instrumento metodológico de la estrategia anti rumor, que espera ser implementada por colectivos y organizaciones locales de larga trayectoria e incidencia en sus territorios, que buscan fortalecer y/o profundizar la acción en red para transformar la persistencia de procesos de desinformación, rumores, estereotipos y prejuicios, expresión de la estigmatización, la discriminación y la edificación de barreras que impiden el acceso a los derechos de las poblaciones en las que se fijan distintas formas de negación y exclusión social.
En el contexto de Colombia, a cinco años de la firma del acuerdo de paz, puede afirmarse que también éste, se ha convertido en objeto de estigmatización y respecto del cual se han interpuesto barreras para su implementación. El proyecto Sin rumores construimos cultura de paz, apuesta por un horizonte de paz duradera, y por ello se dispone a ampliar los esfuerzos que se vienen realizando en los territorios y por agentes claves de la sociedad (periodistas, redes sociales por la paz y la reconciliación, empresarios con compromiso social y por la paz), y de la administración local, implementando cuatro estrategias: Diagnóstico de la realidad, formación de agentes anti rumor, articulación de redes sociales anti rumor y cultura de paz y diseño de productos y acciones comunicativas por el pleno reconocimiento de las personas y de sus derechos, particularmente de quienes son blanco de discriminación: líderes sociales, población LGTBI, mujeres, migrantes venezolanos/as, minorías étnicas, jóvenes, firmantes de paz en proceso de reincorporación social residentes en la ciudad de Medellín que se quieren insertar social y económicamente fruto del acuerdo de paz.